El lugar realmente es magnífico y en medio, literálmente, del campo. La casa más cercana esta a un par de kilómetros. Vamos, de esos lugares donde una va cuando se quiere perder y desconectar casi totalmente del mundo.Ya no solo es un buen lugar por la tranquilidad sino por las fiestorras que se hacen allí sin molestias algunas.
Pero como ya he dicho en un principio, el frío también esta allí presente y salir de la casa a las 10 de la mañana es impresionante por el paisaje helado que aparece ante nuestros cálidos ojos. Es más, según charle con un hombre que iba para cuidar el huerto cuando no estaba el suegro de mi amigo, incluso las tuberías del regadío se congelaban y hasta la tarde era imposible poder activar el goteo.
También descubrí unos curioso hongos que nunca había visto en el campo y que literálmente salían de la tierra como si hubiera una caja enterrada y se abriera la tapadera. Desconozco cual será ni nada por el estilo, pero la verdad es que son realmente curiosos como a continuación os muestro.
Por último y que peor lleve fue esto:
Estar bebiendo cerveza y tener delante tuya todas esas morcillas, morcones, chorizos, costillas en adobo y demás es toda una tortura. Sobre todo porque si queríamos se podían coger pero con menos de un mes de curado sería un crimen coger y comérselo. Literálmente es lo que peor que llevé, incluso peor que el frío.
Así que 2 días que pase de puta madre, tanto por la compañía como por el lugar.
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